cuando hay inspiración...

"...miss. Geishy?"
Este nombre es el secreto de una Gala... un buen ejemplo de cómo una metedura de pata puede desembocar en una buena idea y convertirse de repente en un error muy original...

Gracias...
por detenerte y disfrutar de lo que hago...

A Eva le gustan los colores...


A Eva le gustan las labores, las labores de colores, 
el patchwork y el ganchillo, las telas, las lanas y los hilos, pintar y decorar. 

A Eva les gustan los niños, los niños de colores… 
Los altos y los bajos, los rubios y los castaños, los de aquí y los de allá, 
blanquitos, negritos, latinos y chinitos …. Qué más da? 

A Eva les gutan los colores… 
Si tuviera que quedarse con uno, sería primero el amarillo 
No sabe por qué… quizás sea el brillo…? 
El rosa le encanta porque es tierno, pacífico y el color del amor… 
El naranja le gusta porque le recuerda al sol… 
Y el verde? 
El verde lo necesita oler, tocar y respirar, 
en el campo, en la calle y en en el patio de su casa que es particular… 

A Eva le gustan las flores, las flores de colores, 
las que le hacen sonreir cuando las mira y las que alegran su cocina cada día. 

A Eva no le gustan las tics… 
Aunque sabe que sin ellas este mensajito no podría recibir. 

Eva… ¿te gustan?


gracias por ser mi amiga fiel de labores





Algo pequeñito...

Algo pequeñito, algo chiquitito
Una rosa blanca
Una caricia, un beso dulce y un perdón

Algo pequeñito
Algo chiquito
Un gesto tierno, una mirada
Un abrazo, una flor


Melinda

Leonora

Obelia

 
Timotea y Vasilia


Melinda


Leonora

 Obelia


Timotea y Vasilia

Chiquitita dime por qué

Chiquitita sabes muy bien 
que las penas vienen y van y desaparecen 
otra vez vas a bailar y serás feliz 
como flores que florecen...

Chiquitita no hay que llorar 
las estrellas brillan por ti allá en lo alto 
quiero verte sonreír para compartir 
tu alegría chiquitita...

Teodora

Leandra

Rafaela

Melania

Teodora

Leandra

Rafaela

Melania

Una soleada mañana de septiembre...


 











Te presento a  Julia, aunque todo el mundo la conoce como Julieta….

A sus 33 años acaba de confesar que necesita un cambio en su vida. Hacía tiempo que le rondaba por la cabeza la idea de cambiar de aires, irse a otro país y apostar por lo que realmente le hacía feliz en donde nadie le dijera cómo tenía que hacerlo.

Una soleada mañana de septiembre, después de dar 150 vueltas en la cama pensando y repensando, imaginando y soñando cómo podría ser su vida ideal… decidió que iría a Londres.  No sería la primera vez que Julieta pisaría esta ciudad. 

Cuando Julieta cumplió los 18 no sabía cuál era el rumbo que debía tomar su vida y decidió darse un tiempo y pensar.  Aunque era la primera vez que volaba del nido familiar, no se le hizo dura la nueva vida al otro lado del charco en donde se hablaba una lengua que para nada era como a ella se la habían enseñado. Trabajó de camarera en varios restaurantes, aprendió inglés e hizo buenas amistades. El problema es que después de dos años por las inglaterras, cumplió los 20 y todavía no había decidido qué haría con su vida.

Qué horror la indecisión de Julieta, cuántas noches sin dormir, comeduras de tarro y discusiones con los suyos…

Sin embargo, abrumada ella misma por la decisión tan firme de aquella mañana de septiembre, algo le decía que aquel paso que estaba a punto de dar lo recordaría toda la vida.

Hizo las maletas y se fue. Por supuesto no olvidó sus hunters y su paraguas, pues ya sabía que el tiempo en Inglaterra puede ser de todos los colores a lo largo del mismo día…

Cuando llegó a Heathrow llamó a su amiga Vicky, aquella con la que tan buenos momentos había compartido cuando viajó a Londres primera vez . Vicky y Julieta habían sido buenas amigas, amigas de verdad… todavía mantenían el contacto aunque las últimas semanas Vicky había estado más ausente…

Julieta le llamó una, dos y tres veces… pero ésta no respondía… qué extraño…!

No le importó, por primera vez en su vida, Julieta estaba decidida a no tropezarse con más piedras en su camino. 











Ella es Victoria, aunque todos la conocen como Vicky. 

De normal vive en Londres y regenta un pequeño café francés… sí, francés. Vicky es de esas mujeres tan enamorada de La France, París, los cuadros Vichy y Amelie, que es capaz de enamorarse del hombre más feo del mundo sólo porque habla francés. Se puede decir que era feliz en su pequeño café pero…. A Vicky le faltaba algo.

Un día, un hombre no muy alto, con pelo desaliñado, gafas y con una guitarra a sus espaldas aparcó la bicicleta y entró en el café de Vicky. Fue verlo y acelerarse el corazón “es Francés seguro” se dijo así misma, retocándose la melena y mordiéndose el labio inferior. 

Respiró hondo y se acercó decidida al supuesto francés 
“Bonjour, qu'est ce que vous voulez?” 
y a partir de allí surgió un amor de lo más apasionado.

Tras unos meses de revolotear la pareja a caballo entre sus dos ciudades, Vicky empezó a necesitar afianzar su relación.

Una soleada mañana de septiembre, después de dar 150 vueltas en la cama pensando y repensando, imaginando y soñando cómo podría ser su vida en París… decidió que dejaría Londres para afianzar su relación en la ciudad que siempre tanto le había apasionado.

Esa mañana colgó el cartel de “cerrado por vacaciones indefinidas” en su pequeño café, hizo las maletas y se presentó en la ciudad del amor. Más exactamente en la casa de Lionel (que así se llamaba el francés).

Sin embargo, la dirección que éste le había dado no había manera de encontrarla…  Vicky no se lo podía creer…¿le había estado engañando Lionel durante estos meses…? Necesitaba hablar con alguien…. quizás con…

“Si?”
“Julieta…”
“Vicky!!!???”
“¡¡qué alegría oírte!!” dijeron las dos amigas a la vez… una soleada mañana de septiembre.





Erase una vez una tía orgullosa

Erase una vez una tía tan orgullosa de sus 5 sobrinos y tan encantada con esos regalos que a ella y a su marido les habían dados sus hermanas y hermanos....
que se los quiso llevar a todos a casa...


 Cinco gotas de agua de nuestros hermanos y padres,
son nuestra alegría;
por eso os queremos tanto
y deseamos veros cada día.

Hoy son dos jovencitos
que desean alzar el vuelo,
en su incipiente rebeldía y
deseo de libertad. 


Hoy son tres niñas que,
cuando vemos sus sonrisas,
tras besarlas y divertirlas,
nos decimos:
“qué delicia compartir,
estos inolvidables momentos,
con vuestros queridos papás”.


No olvidéis que existen unos tíos,
que os adoran, que os enseñan,
que se divierten con vosotros,
aunque, a veces,
colméis su paciencia.

Para vosotros estaremos presentes, siempre,
acompañando a aquellos que os dieron la vida. 
Iosu, Estíbaliz, Idoia, Libe, Teresa… os adoramos.

vuestros tíos David e Idoia
(autora poesía: la tía Idoia)




Iosu

Estíbaliz

Idoia


Libe


Teresita