Pero quizás lo que más le caracterizaba era un curioso lunar que tenía debajo de su ojo derecho y que le daba gran personalidad.
Emma tenía un sueño: quería ser bailarina de ballet como su prima Kiara, su prima de París.
Kiara es una preciosa mulatita de pelo muy largo y muy rizado y de color muy negro, tan negro como cuando se quema el pan tostado.
A la prima Kiara le encantaba ir a su clase de ballet con su tutú rosa y la Madmuaselle Muriel. De puntillas, sujeta a la barra, y frente al espejo y … un, deu, trois, demi plié. Un, deu, trois, pirouette.
Pero Emma también tenía una debilidad, pues de su chupete no se podía despegar. Era su aliado de las noches de otoño, de invierno, de primavera y de verano. Era su consolador cuando se caía y y se hacía daño. Pero Emma cumpliría pronto 5 años…
Un día como todas las noches antes de dormir se metió en su baño, hizo pipí se lavó los dientes y se lavó las manos.
Su mamá, le contó un cuento, le tapó y se durmió despacio junto a su muñequito preferido el Monsieur Petit Lapin, que era rosa, suavecito y delicado.
Pero esa noche se le apareció un hada madrina que se parecía a su abuela Julia, sin embargo el hada tenía alas y en las manos una barita mágica.
“ Hola Emma me llamo Madame Julietta y soy tu hada madrina. ¿Quieres que te desvele un secreto?”
“ Qué secreto Madame Julietta?” preguntó Emma entusiasmada…
“Vas a tener un hermanito”
“De verdad?!!!!!” Dijo Emma con ojos abiertos y grandes como platos…
A la prima Kiara le encantaba ir a su clase de ballet con su tutú rosa y la Madmuaselle Muriel. De puntillas, sujeta a la barra, y frente al espejo y … un, deu, trois, demi plié. Un, deu, trois, pirouette.
Pero Emma también tenía una debilidad, pues de su chupete no se podía despegar. Era su aliado de las noches de otoño, de invierno, de primavera y de verano. Era su consolador cuando se caía y y se hacía daño. Pero Emma cumpliría pronto 5 años…
Un día como todas las noches antes de dormir se metió en su baño, hizo pipí se lavó los dientes y se lavó las manos.
Su mamá, le contó un cuento, le tapó y se durmió despacio junto a su muñequito preferido el Monsieur Petit Lapin, que era rosa, suavecito y delicado.
Pero esa noche se le apareció un hada madrina que se parecía a su abuela Julia, sin embargo el hada tenía alas y en las manos una barita mágica.
“ Hola Emma me llamo Madame Julietta y soy tu hada madrina. ¿Quieres que te desvele un secreto?”
“ Qué secreto Madame Julietta?” preguntó Emma entusiasmada…
“Vas a tener un hermanito”
“De verdad?!!!!!” Dijo Emma con ojos abiertos y grandes como platos…
El hada madrina le explicó a la niña…
“Así es Emma, vas a ser la hermana mayor, por eso si guardas tu chupete para tu hermano te concederé el deseo que siempre has esperado.”
Y de repente, Emma recordó su sueño: ser bailarina de ballet como la prima Kiara y llevar un tutú rosa.
“Vale hada Madrina, guardaré el chupete para cuando llegue mi hermano.” Le confesó Emma al hada.
“Muy bien Emma… ahora duerme que mañana será un día muy largo.
Emma cerró los ojos y se durmió profundamente hasta el día siguiente, en el que amaneció temprano…
Cuando Emma despertó, le dijo a su mamá:
“¿sabes qué mamá? Ya no quiero mi chupete que pronto cumpliré 5 años, ya soy mayor sabes? Y lo voy a guardar para cuando venga mi hermano”
Su mamá asombrada por semenjante decisión respiró aliviada y se dijo a si misma… “por fin!”
Y el 28 de julio, un bonito día de verano, llegaron dos regalos:
Cuando Emma despertó, le dijo a su mamá:
“¿sabes qué mamá? Ya no quiero mi chupete que pronto cumpliré 5 años, ya soy mayor sabes? Y lo voy a guardar para cuando venga mi hermano”
Su mamá asombrada por semenjante decisión respiró aliviada y se dijo a si misma… “por fin!”
Y el 28 de julio, un bonito día de verano, llegaron dos regalos:
Mikel el hermano
Emma rápidamente subió a su cuarto, se puso el traje de bailarina y le dijo tan contenta al pequeño recién llegado:
“ Toma Mikel, te doy mi chupete de cuando yo era pequeña sabes? Es que yo ya soy muy mayor. También te doy mi amiguito el Monsieur Petit Lapin, para que siempre lo lleves a tu lado.”
Y el pequeño Mikel agarró el chupete con todas sus fuerzas y el muñequito bajo el brazo…
“ Toma Mikel, te doy mi chupete de cuando yo era pequeña sabes? Es que yo ya soy muy mayor. También te doy mi amiguito el Monsieur Petit Lapin, para que siempre lo lleves a tu lado.”
Y el pequeño Mikel agarró el chupete con todas sus fuerzas y el muñequito bajo el brazo…
Y colorín colorado…
los dos hermanitos comenzaron una nueva vida
tan contentos como enanos.